Recuerdo la vez que caminando me conseguí con el gran Antonio Machado.
Si. El mismo.
Yo estaba muy joven (¿4 años?). Y el tío ese me caía mal. Solo estaba esperando y buscando una excusa.
Le dije algo como... "mientras usted viene yo estoy de vuelta".
Sonrió con aire superior, me dió un coscorón y me la soltó con tono de tortazo en la cara:
- Los únicos que están siempre de vuelta de todo son los que no han ido a ninguna parte.
Le dí entonces un puñetazo en la nariz.
(Nota: años después leí la cita en un artículo de Savater, pero no mencionaba nada del puñetazo)