He regresado de Hipona en estos días. (Annaba, Argelia)
Me conseguí un fulano de nombre Agustín. Por todo lo que me dijo creo que es un buen candidato a llevar el título de "San". Me contó que escribe dos obras una llamada "Las Confesiones" y otra "La ciudad de Dios".
El tipo va llegar lejos, de eso no hay duda.
Ya cuando me despedí de él algo me dejó perplejo. Le oí murmurar: "Dame, Dios mío, la castidad y la continencia. ¡Pero no todavía!"
Me da cierto escalofrío y por que no decirlo, un aire de tristeza, ir a visitar algún blog con el que he mantenido cierta relación y conseguir la casa vacía. Su ocupante se ha ido sin despedirse.
He pasado por Another Life, mi querida amiga española y sólo he visto un mensaje en inglés que dice: "I got tired of all this. I'm sorry, but I quit". Algo así como: "Estoy cansada de todo esto, lo siento, pero renuncio".
Amiga donde quiera que estés siempre tendré buenos recuerdos de ti.
A veces busco refugio en las coincidencias imposibles. Y hago amistad con los fenómenos a-causales. Me gustan también los fenómenos no-racionales y las sincronicidades sorprendentes.
Me he topado esta mañana en el Parque "Las Heroínas" y un poco antes de tomar el teleférico que sube a unos 5.000 mts del Pico Bolìvar con alguien de la secta "falun Gong".
Le he dicho y no sé por qué, además en tono muy alto, tan alto que todos los visitantes han dado vuelta a su cabelleras.
- ¡Esto no es lo que yo quería!
(Una frase triste que exclamó el kaiser Guillermo después de la derrota.)